Cinco Claves para Entender la Tecnología de Apoyo: El Modelo de las Cinco P de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de mil millones de personas en el mundo, la mayor parte de ellas personas mayores y personas con discapacidad, necesitan uno o más productos de apoyo, por lo que desarrolló el modelo del ecosistema de la tecnología de apoyo conocido como Modelo de las Cinco P. Los cinco componentes que comienzan con dicha letra son: las Personas, que quedan al centro de todos los esfuerzos, los Productos de apoyo o Tecnologías de apoyo, la Provisión de servicios, el Personal de salud, y las Políticas públicas que permiten la coordinación de todos los elementos.

modelo cinco P de la OMS


¿Qué son las tecnologías de apoyo?

Las tecnologías de apoyo (TA) son dispositivos, equipos, instrumentos externos o software que tienen como finalidad mejorar la funcionalidad, promover la autonomía, prevenir complicaciones de salud y facilitar la inclusión de personas con limitaciones funcionales permanentes o temporales. Algunos ejemplos conocidos son las sillas de ruedas, los audífonos, los bastones, las órtesis o los sistemas de comunicación aumentativa.


Sin embargo, para que estos productos realmente mejoren la vida de las personas, no basta con que existan en el mercado. Se necesita un sistema que asegure su disponibilidad, accesibilidad y adecuación a cada situación particular.


Una mirada integral

El Modelo de las Cinco P propone un sistema conformado por cinco componentes interrelacionados:

  1. Personas
    Son el eje del modelo. Se refiere a los usuarios de tecnología de apoyo: personas mayores, personas con discapacidad, con enfermedades no transmisibles, necesidades temporales tales como fracturas o en recuperación de alguna enfermedad, o con deterioro funcional progresivo. El modelo reconoce la diversidad funcional de los usuarios, sus condiciones de salud, sus entornos, y su derecho a la participación plena en la sociedad. Este enfoque promueve la independencia, la dignidad y la inclusión de las personas.
  2. Productos
    Aquí se incluyen todos los dispositivos y herramientas que permiten mejorar el funcionamiento de las personas. Es fundamental que estos productos sean seguros, eficaces, accesibles y culturalmente apropiados. Además, deben adaptarse a las condiciones individuales y del entorno. Ejemplos de productos de apoyo son: sillas de ruedas, audífonos, bastones, órtesis, prótesis, sistemas de comunicación aumentativa, entre otros.
  3. Provisión
    Se refiere a los mecanismos mediante los cuales las personas acceden a los productos de apoyo. Esto incluye la evaluación de necesidades, prescripción, ajuste individualizado, capacitación en el uso, seguimiento y mantenimiento. Una provisión adecuada garantiza que los productos de apoyo lleguen efectivamente a quienes los necesitan y se utilicen de forma eficaz y sostenible.
  4. Personal
    Involucra a los profesionales capacitados en la evaluación, adaptación, entrega y seguimiento de tecnologías de apoyo. Esto abarca desde fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales hasta técnicos en órtesis y prótesis, así como agentes comunitarios. La formación continua y la disponibilidad de este personal especializado son fundamentales para garantizar una atención segura, efectiva y centrada en la persona.
  5. Políticas
    Representa el conjunto de normativas, reglamentos, programas y estrategias gubernamentales y sociales que permiten, financian y regulan el acceso a la tecnología de apoyo. Las políticas públicas deben promover la equidad, la sostenibilidad, la cobertura universal y la protección de los derechos humanos de las personas que requieren TA.

Esta mirada integral permite:

  • Promover la participación social, educativa y laboral de las personas.
  • Disminuir la dependencia de cuidadores y familiares.
  • Prevenir nuevas condiciones de salud asociadas a la falta de soporte técnico adecuado.
  • Reducir los costos sociales y sanitarios a largo plazo.
  • Aumentar la equidad en el acceso y uso de tecnologías de apoyo.

A pesar de estas ventajas, los desafíos siguen siendo enormes: actualmente, 9 de cada 10 personas que necesitan un producto de apoyo no tienen acceso a él según datos de la OMS. Esta brecha se explica por múltiples factores, como la falta de políticas públicas, la escasez de personal capacitado, y la limitada disponibilidad de productos en ciertos contextos.