Arneses y sistemas de sostén: una herramienta clave para promover el movimiento funcional y seguro en rehabilitación

Con el objetivo de acercar la rehabilitación a las actividades y entornos reales de la vida cotidiana, de forma segura y efectiva, el Lic. Juan Cruz Zwiener, director general del Centro de Neurorehabilitación y Agua Terapia (CENAT) (cenat.com.ar), impulsó una serie de modificaciones en los espacios terapéuticos del centro. Una de las principales incorporaciones fue la instalación de eslingas tipo viga en las salas, junto con una variedad de arneses especialmente diseñados para facilitar el movimiento y prevenir caídas durante la práctica clínica.

Uno de los beneficios principales de estas eslingas tensadas es su capacidad para amortiguar el peso del paciente en caso de una caída, evitando así un impacto directo o “en seco”, que puede generar lesiones secundarias o inhibir el progreso funcional por temor.

Desde Ingenia, diseñamos a medida distintos tipos de arneses según los requerimientos terapéuticos del centro, graduando el nivel de contención de mayor a menor. Estos modelos permiten acompañar diferentes fases del proceso de rehabilitación:

  • Arnés tipo chaleco con chiripá: ofrece una sujeción firme tanto del tronco como de la entrepierna, indicado para pacientes que requieren una contención elevada.
  • Arnés de asistencia: también sujeta tronco y entrepierna, pero con un diseño más liviano y flexible.
  • Arnés axilar: la faja rodea el tronco, brindando seguridad frente a caídas sin limitar significativamente el movimiento voluntario.

En el marco del ateneo clínico del CENAT sobre “Reacciones de equilibrio y protección con sistema de sostén”, los licenciados Maia Quintana y Martín Polli compartieron reflexiones clave sobre la importancia de estos dispositivos en la práctica terapéutica actual.

¿Por qué optar por sistemas de sostén en la rehabilitación?

En muchos centros, especialmente aquellos con alta demanda, no siempre es posible trabajar bajo una modalidad uno a uno. Frente a esta limitación, el uso de sistemas de protección ante caídas permite realizar ejercicios de equilibrio, marcha y actividades funcionales en un entorno seguro y controlado. A diferencia de las tradicionales barras paralelas —que ofrecen un punto de apoyo rígido y poco representativo de la vida diaria— los arneses permiten replicar de forma más realista las exigencias del entorno, promoviendo reacciones posturales genuinas.

Reacciones de equilibrio y protección

  • Reacciones de equilibrio: son mínimos cambios del tono muscular dentro de la base de sustentación, que puede ser fija o inestable. Permiten adaptarse a cambios en el centro de gravedad y son adquiridas luego del nacimiento.
  • Reacciones protectivas: se activan cuando el centro de gravedad se desplaza por fuera de la base de apoyo, haciendo ineficaces las reacciones de equilibrio y enderezamiento. Son la última línea de defensa antes de una caída, e incluyen extensiones rápidas de los miembros para proteger el cuerpo.

Propuesta terapéutica: pensar y experimentar

Desde este enfoque, se invita a los equipos terapéuticos a diseñar y aplicar:

  • Ejercicios específicos para estimular reacciones protectivas,
  • Actividades orientadas al entrenamiento del equilibrio estático y dinámico,
  • Propuestas lúdicas duales, que desafíen simultáneamente lo físico y lo cognitivo, incrementando la riqueza del abordaje.